DESDE 1915

El esbozo de lo que vendría a ser la Minancora de hoy comenzó a ser delineado a principios del siglo XX, cuando el farmacéutico portugués Eduardo Augusto Gonçalves llegó a Brasil y tuvo contacto con la diversidad de la fauna y de la flora brasileña.

Se inicia, entonces, la fabricación artesanal de la famosa Pomada Minancora®. La combinación de cloruro de benzalconio, óxido de zinc y alcanfor, que garantiza su acción antiséptica y cicatrizante para mantener la salud de la piel.

Con la fórmula registrada en el Departamento Nacional de Salud Pública, la Pomada Minancora comienza a venderse en diversas regiones de Brasil. Poco a poco, Minancora se hace conocida a nivel nacional y parte del día a día de miles de personas.

La sede de la empresa está fundada en uno de los puntos más tradicionales de Joinville: la Rua do Principe. En el lugar, funcionaban la producción de los medicamentos y la farmacia. Hoy el edificio es considerado patrimonio histórico-cultural joinvilense.